jueves, 25 de septiembre de 2014

75 AÑOS CON BATMAN (primera parte), por Germán Cáceres

BATMAN, EL SUCIO

Del libro El dibujo de aventuras, de Germán Cáceres (Editorial Almagesto, Buenos Aires, 1996, 200 páginas)


Batman, de Robert “Bob” Kane, es uno de los personajes más ricos y profundos de la historieta. A su repercusión peculiar se añade la calidad de los artistas y guionistas que lo han dibujado y la innovación gráfica y temática que ha generado desde su creación.
El Hombre Murciélago apareció en mayo de 1939, en el Nº 27 de la revista “Detective Comics”, con el episodio El caso del sindicato químico. La ingenuidad que respira esta versión nos convoca un sentimiento siempre valorado: la nostalgia. Los cuadritos son uniformes y convencionales, lo mismo que los ángulos y la planificación. Pera ya emerge un síntoma de lo que será el Batman de los ochenta y de los noventa: cuando el asesino cae en un tanque de ácido, el héroe sentencia impiadosamente: “Un final apropiado para él”[i].




Conmemorando los treinta años de su debut, Julius Schwartz encargó una remake de ese episodio, que se denominó La noche grita…¡Mata! [ii], y en los ochenta se emprendieron otras dos [iii] que mantuvieron el título original. En todas estas recreaciones, publicadas conjuntamente en el número aniversario 627 de “Detective Comics”, se observa un aumento de las escenas de violencia, impregnadas de sadismo, y una gran evolución técnica y estilística. Los personajes van adquiriendo, además, mayor consistencia psicológica. Una constante de los guionistas es poner en labios del justiciero salidas rebosantes de humor negro (propias de una boutade de Groucho Marx). En una de estas recreaciones  de aquella primera aventura, Prisilla (que ha venido eliminando a quienes fueron responsables de la muerte de su padre), al enfrentarse al encapuchado, le pregunta llena de furia si acaso él no asesinaría como ella lo ha hecho, para vengarse. Cuando finalmente ella cae en el previsible tanque de ácido, Batman replica, impasible: “No. No lo haría, Prisilla”.



Mientras la ciudad duerme, de 1945[iv], es una historieta que hoy llega a conmovernos por su ingenuidad. Desde el principio rinde homenaje al “honesto y sacrificado trabajador nocturno” (taxistas, telefonistas, bomberos, médicos, enfermeras, empleados de hospitales, etc.) Registra un mundo sorprendentemente inocente y, en cierto modo, feliz. Como si no hubiera maldad, ni siquiera en los delincuentes. Batman y Robin no se ensañan al golpearlos; más bien se divierten mofándose de sus torpezas. Así, un texto superior aclara: “Y tras una corta pero agradable pelea…” Es patética una de las viñetas finales, en la cual los héroes toman  leche de una botella y agradecen al sonriente lechero su “fiel servicio a la humanidad”.



Ciertamente, el mismo clima e idéntica inocencia campean en el filme en episodios Adventures of Batman and Robin, de 1943, bajo la dirección de Spencer Gordon Bennet. Y hasta podríamos decir que, aunque girada decididamente hacia lo paródico y lo bufonesco, también la serie televisiva que fuera años después protagonizada por Adam West (con figuras invitadas de la talla de César Romero –un Guasón inolvidable- y Burguess Meredith –como un Pingüino de antología-) recreó a su modo esa inocencia perdida.


Original de 1972, de Bob Kane

Pero llegó el año 1986 y con su Dark Knigh Returns (“El regreso del señor de la noche” en la versión española[v]), Frank Miller señaló un giro copernicano, no sólo en lo que a Batman se refiere, sino en el noveno arte en general. No puede hablarse aquí de “aventuras”. Bruce Wayne (su personalidad secreta), que ronda los cincuenta y pico de años, se ha tornado neurótico y atormentado, y ataca e hiere brutalmente a los malhechores, que “muestran cortes múltiples, contusiones y huesos rotos”. Algún personaje censura al enmascarado y opina sin reticencia que “su forma de actuar es la de un fascista”, dado que no repara en medios y hasta llega a utilizar cápsulas de gas nervioso contra sus enemigos. La ciudad de Gotham se divide entre quienes lo aplauden porque los protege frente a leyes estúpidas e inoperantes y contra la cobardía social, y aquellos que lo condenan por minar los principios de la democracia. La nueva comisario, Ellen Yindel, proclama ante las cámaras: “Como comisario curso esta orden de arresto contra Batman por los delitos de allanamiento de morada, asalto, agresión y amenaza pública”. Este Batman (enfrentado a los criminales, a los policías, a los medios de comunicación, a los políticos y, en fin, a toda una sociedad que Miller pinta como monstruosa y decadente) no tiene nada de simpático. No es un misterioso boy-scout sino un parapolicial inescrupuloso (para colmo, inmanejable) muy en la onda del detective interpretado por Clint Eastwood en Harry el sucio[vi], o del personaje que hace justicia por su cuenta en El vengador anónimo[vii]. De hecho, este mito recurrente del héroe que toma la decisión de ponerse fuera de la ley para ejecutar su justicia con una violencia inesperada, es ya una característica del cine de acción norteamericano y sugiere la existencia de un sentimiento de inseguridad jurídica e indefensión en vastos sectores de esa sociedad. El “justiciero” aparece, digámoslo así, ante la ineficacia (real o supuesta) de las instituciones. El sentir popular que lo sustenta es el mismo que acompaña el crecimiento de todo fascismo: cuando las cosas parecen irse de control, surgen las voces que reclaman “una mano dura”.

Batman versión editorial Novaro, 1984.

Otro planteo sumamente interesante en Dark Knight Returns es la contraposición entre Batman y Superman. Éste participa en la historia y mantiene, en las últimas páginas, una feroz lucha con el “caballero nocturno”. El Hombre de Acero está aquí al servicio del presidente de los EE.UU., un tipo parecido a Ronald Reagan. Por ello, Batman le espeta: “¡Sí!... ¡Siempre dices sí…a todo el que lleva una placa…o una bandera!” Y unas páginas más adelante redondea el reproche: “Pudimos cambiar el mundo…Ahora, míranos…Me he convertido en un blanco de políticos y tú…tú, en un bufón”.
El final de la historia depara un giro sorprendente. Oficialmente muerto (sólo Superman conoce la verdad), Bruce Wayne se refugia en su cueva, con un grupo de muchachos, para formar con ellos un ejército de las sombras: “Tenemos años, tantos años como queramos…Años para entrenarlos, estudiar y planear, aquí, en la cueva sin fin, lejos de los recuerdos olvidados de un vigilante al que le ha pasado la edad…Empieza aquí un ejército…para devolver el sentido a un mundo plagado de los peores ladrones y asesinos…Ésta será una vida mejor…Mucho mejor”.

Batman, especial Houdini, con el arte de Chiarello

Otra línea que articular Dark Knight Returns es la potenciación del lenguaje historietístico. Miller multiplica cuadritos, globos y onomatopeyas para expresar una realidad caótica y violenta, un mundo neurotizado por el espanto de la inminencia de una tercera guerra mundial. En numerosas viñetas de página completa emerge un Batman a la vez maduro y espectral, un coloso dispuesto a sembrar la destrucción. La trama se ramifica y el montaje alterno es llevado al paroxismo. El lápiz turbulento y grandilocuente de Miller se desplaza hacia una plástica de intensas resonancias escultóricas que enfatiza el titanismo y la iconicidad de la vampírica silueta de Batman. Su puesta se contamina así de un clima tenebroso que, más tarde, en la saga de Azrael, se nutrirá del horror y la demonología.
En los números posteriores de diversos comics en los que interviene el siniestro encapuchado, se articulan varias de las rutas planteadas por Dark Knight Returns, reconstruyendo así la historia de Batman anterior al apocalíptico y tenebroso final propuesto por Miller. En Una noche en Gotham City [viii] es revelador el interrogatorio a que el Hombre Murciélago somete a un delincuente:

“-Me estás haciendo perder el tiempo. Sabes como odio malgastar mi tiempo.
-¡No! ¡No me pegues más!
-Sabes dónde está. Y vas a decírmelo.
-¡No…no puedo! ¡Ella[ix] me matará!
-Y yo te haré algo peor que eso, Bull. Te haré daño…Permanentemente…”


Batman, con guión de Alan Moore y dibujos de  Boland


En una viñeta posterior, Batman afirma con orgullo: “Mi fin justifica mis medios”. Así, esta faz de Batman empalidece las acciones del brutal Duca Lamberti, aquel policía gestado por el escritor Giorgio Scerbanenco que, en Los milaneses matan en sábado (1969), atemoriza a un rufián gritándole que ha caído en malas manos (que son las de él), y que, en Venus privada (1966), golpea a un sádico con el tacón del zapato, a la altura de la sien, en la articulación de la mandíbula, pero tomando la precaución de no desvanecerlo, para poder seguir con el castigo.
En esta historia (Una noche en Gotham City) no sólo se roba, sino que se mata, innecesariamente, con mutilación (explosiones, disparadores de ácido y de hojas afiladas). Las víctimas mueren desfiguradas, como las de Dick Tracy (1931), de Chester Gould (autor de que Bob Kane, en su autobiografía, según Rafael de la Iglesia, reconoce haber abrevado). Es notable, pues, la diferencia que puede apreciarse entre estos guiones y los de los años sesenta y setenta. Este desplazamiento aparece ejemplarmente verbalizado por el Acertijo en un monólogo que protagoniza en Pecados Originales [x]: “Entonces era divertido. Eso es lo que era…Estaba yo. Estaba la vieja camarilla: Gatúbela, Pingüino y el Guasón. Y también las bandas: dos o tres matones de nombre gracioso con disfraces encantadores…Batman y Robin eran parte del juego. Ellos eran honestos; nosotros, las estrellas. Ninguno fue herido por otro. Nunca. En serio. Nadie murió…Miren lo que pasa hoy…Es tan distinto…Todo cambió… ¡Por Dios! ¡El Guasón está matando gente! ¿Me olvidé de algo? ¿Estaba ausente cuando cambiaron las reglas?

Batman, con dibujos de Alcatena

Pero no sólo los guiones sufrieron grandes modificaciones. No carece de interés comparar los dibujos de la ya mencionada Una noche en Gotham City, por ejemplo, con las viñetas de los años sesenta y setena. No hay más que apreciar los jugosos impactos visuales que el dibujante John Byrne obtiene con insólitos encuadres aéreos, en lo que demuestra su capacidad para resolver arduos problemas de perspectiva.
Sin embargo, el cambio fundamental podemos situarlo en la constitución del personaje y su mundo. Específicamente, en esa transición del amable y respetuoso encapuchado de los sesenta al conflictuado y, a la vez, autosuficiente “justiciero” de las tinieblas que se considera indiscutiblemente por encima de toda ley y convención social.

Batman, dibujado por Enrique Breccia

En Caballero Negro sobre Metrópolis[xi], un policía le advierte a Batman: ”¡Acá debes respetar la ley!” A lo que éste, sin inmutarse, replica: “La ley lleva tiempo, oficial”. Y es que en Batman aparece una y otra vez  la oposición entre la ley y la justicia. El comisario Gordon, por ejemplo, entiende a Batman como un aliado y, en cierta forma, como un amigo, pero también como un monstruo de la noche que ha elegido (a diferencia de él) la justicia y no la ley[xii], aunque ello no le impide estar incondicionalmente de su lado: “Sí, se saltó un par de normas. Pero no hizo nada que cualquier policía no pudiera y debiera hacer. Yo incluido…Maldición… ¡Si tuviera unos cuantos como él limpiaría Gotham![xiii]. En general, esta curiosa (y autocontradictoria) justificación es recurrente. También, en el final de Una noche en Gotham City, Superman se despide de Batman diciéndole: “Bueno, no diré que apruebe totalmente tus métodos…Y voy a tenerte vigilado…Pero…Buena suerte”. De hecho, la diferencia de métodos de Superman y Batman no les impide actuar juntos con eficacia en varias oportunidades, aunque sin perder oportunidad de cuestionarse mutuamente. Así, por ejemplo, en Caballero negro sobre Metrópolis, Batman decide infiltrarse en las oficinas de Luthor. Superman lo acompaña a regañadientes. El diálogo entre ambos es característico:

Batman, dibujado por Eduardo Risso


“-Entrar ilegalmente no es mi modus operandi habitual, Batman.
-Seguro. Tu estilo sería romper la puerta y poner cara de malo hasta que Luthor te dé lo que quieres…Un esfuerzo inútil… ¿Quieres información?...Lo haremos a mi manera.
-Si me considerara por sobre la ley, como tú, hace tiempo que hubiera matado a Luthor.
-Si algunos de los rumores que escuché sobre Luthor son ciertos, deberías considerarlo”.

La próxima semana la segunda parte.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

“Huellas de la invasión” (muestra dedicada a El Eternauta) en Tecnópolis

La muestra fue ideada y armada como una reconstrucción museística. Es tal la verosimilitud que transmite a través de los objetos, maquetas, textos e imágenes que el visitante puede llegar a creer que está presenciando un hecho histórico.
Ideada por Martín Oesterheld y dirigida por Martín Grossman, para su concreción contó con numerosos colaboradores. La siguiente es una breve entrevista a dos de ellos: Alejandra Jorquera y Hernán Azcárate.
Las imágenes hablan por si mismas, de la calidad de la muestra.




Resulta muy impactante ver, por la originalidad de la puesta en escena y la enorme calidad, la recreación que hicieron de la invasión extraterrestre a Buenos Aires de la historieta El Eternauta. ¿Cómo surgió la idea y la posibilidad de recrear con objetos y muñecos, y luego disponer todo de modo que los visitantes sientan que están asistiendo a una puesta en escena de un hecho histórico, a algo real?
Muchas gracias por los elogios, No sabemos exactamente como surgió la idea..., a nosotros nos convocaron con el proyecto bastante avanzado y ya estaban planteados los elementos a realizar y las escenas que se querían recrear.


El brazo de un Mano, y Alejandra Jorquera trabajando en el mismo.

¿Quiénes conforman el equipo de trabajo creativo y qué rol cumplió cada uno?
 La Idea general es de Martin Oesterheld, Nieto de H.G. Oesterheld, el guionista de El Eternauta entre otras historietas emblemáticas de nuestro pais. Los cortos que abren y cierran la muestra, fueron realizados por la productora NOS La dirección escenográfica es de Adriana Maestri, que tiene una amplia trayectoria en el mundo de la escenografía y las realizaciones El escultor Martin Canale hizo el rediseño y modelado en Zbrush de varios de los elementos más icónicos de la historieta : Los Cascarudos, Los Gurbos tanto el de cuerpo entero como el cráneo, El teledirector y El Mano. También trabajó en el planteo de la maqueta de la batalla de River. Nosotros estamos entre el pequeño ejército de artistas que realizaron todo. Hicimos la terminación del brazo del Mano (textura final y pintura) , la realización fisica, los mecanismos y la pintura del Teledirector y la pintura de los cascarudos, el cráneo del Gurbo y el Gurbo que está en la maqueta.

Un Teledirector

Por lo que se puede observar en las fotos, el proceso creativo es bastante largo, desde la idea al modelado, pintado de las figuras, la puesta en escena, etc. Se nota detrás un intenso y extenso trabajo ¿podrías describirlo a grandes rasgos?
Parece mentira , pero todo se realizó en unos 45 dias,Como te decía antes un pequeño ejercito de artistas talentosísimos con ganas de dar lo todo para representar de la mejor manera posible el mundo de El Eternauta. Cada uno trabajando en su especialidad. En el caso nuestro y de Martin Canale, hace años fantaseamos con participar en una película, o recrear de alguna manera esta historieta que amamos, y finalmente de alguna manera se dió y tuvimos la oprtunidad de plasmarlo en esta muestra.



Recreación del combate de River.


¿Con qué materiales están hechas las figuras del teledirector , el brazo del Mano, los escarabajos o el Gurbo? 
Los materiales son los más diversos, se eligieron según el tipo de elemento, y un factor determinante fue el poco tiempo que hubo para la realización. Se utilizaron varios tipos de tecnologías de impresión 3D que entrega un modelo al que hay que masillar y lijar bastante y modelar luego sobre el mismo, los detalles a mano con masilla epoxi y finalmente, pintarlo, como el caso del brazo del Mano. El Teledirector en cambio, se hizo mecanizado en una máquina de CNC en Resina epoxi y alto impacto El cráneo gigante está tallado a mano en telgopor y luego cubierto con látex y pintado.


¿Cómo es el proceso de pintar las figuras, para que se vean tan reales? 
Más que nada el oficio de Alejandra..., años de hacer lo mismo, observando y utilizando mucha documentación visual Se pinta con pintura acrílica común.


Un Gurbo

Por la calidad del trabajo, resulta evidente que ustedes tienen una extensa trayectoria en el rubro ¿Podrías contar qué experiencia tuvieron y que trabajos realizaron?
Trabajamos juntos desde 1991 Haciendo todo tipo de realizacions, esculturas, maquetas y modelos a escala, pintura los rubros son muy diversos, Hicimos muchos trabajos para publicidad gáfica y televisiva para varias agencias. También escenografías para muestras como The Beatles Exhibition, Molina Campos, Tango, Las mil caras de Evita entre otras. En el rubro de escultura, realizamos figuras en escala real para el Palais de Glace y la Galería Zurbrán entre otras En cine hicimos maquetas para Polka ( el helicóptero que explotaba en la película Comodines) y maquetas para el programa Poliladron. 
A partir del año 2000 empezamos a trabajar también en la industria del juguete y figuras coleccionables para Argentina y el exterior. Otro rubro en el que trabajamos es en la restauración de esculturas y elementos ornamentales de bronce para la Fundición Buchhass, una de las más importantes del pais. Los ultimos trabajos de gran coplejidad fueron para la empresa Sideshow Collectibles, para ellos hicimos las figuras Premium format de C-3PO y R2-D2 y la Sonda Imperial escala 1/6 de Star Wars. 
Pueden ver algunos de nuestros trabajos en Facebook: Hernán y Ale Azcárate-Jorquera y en nuestro sitio: www.hernanyale.com.ar Y trabajos de Alejandra en Facebook: Alejandra Jorquera Art



¿Tuvieron la oportunidad de observar las reacciones del público?
 Si. Muchos chicos se preguntaban si todo eso había ocurrido de verdad, creemos que el realismo logrado contribuye a generar esa sensación. Vimos caras como de desconcierto y asombro, observando atentamente la maqueta de la batalla o las fotos y el brazo del Mano Estamos muy contentos con el resultado




UNO DE LOS VIDEOS QUE RECREA MOMENTOS DE EL ETERNAUTA (MUY RECOMENDABLE)

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Eventos y exposiciones de historietas

Daniel Varela exponiendo por el mundo.
Nuestro colega Daniel Varela, constantemente es seleccionado, premiado y expuesto en festivales de humor gráfico internacionales. En las fotos, sus trabajos en muestras de dos festivales realizados este año: 1º International Cartoon Gathering Cairo , Egipto, y al Salón International Cartoon Contest Brides¨s Veneration, en Macedonia. En el último obtuvo una Mención de Honor y el año pasado un Premio Especial.
Daniel es un autor de perfil bajo cuyo trabajo circula con éxito por el mundo. Felicitaciones a nuestro colega, integrante de La Duendes!

Exposición en El Cairo

Exposición en El Cairo


Exposición en Macedonia

Exposición en Macedonia



Exposición Osvaldo Laino “Un recorrido de ayer a hoy”
La exposición, inaugurada días atrás, se puede visitar en la ciudad de Rosario. Muy recomendable!!




Muestra: “HORACIO ALTUNA. Profesión, historietista” en Comicópolis



MAFALDA en su sopa.

Inaugura: JUEVES 17 DE SEPTIEMBRE, a las 19 HS.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Entrevista: Tabaré

Una pequeña entrevista a uno de los grandes autores del humor gráfico y la historieta, coautor de series notables como Diógenes y el Linyera, Vida Interior, El Cacique Paja Brava, Protección al menor, entre otras. Es uno de esos autores cuyo apellido es marca registrada, identificable con una muy personal estética. Con ustedes, Tabaré.



Edad, lugar de nacimiento, de residencia
65 años. Ciudad de La Paz, Departamento de Canelones, Uruguay. Vivo actualmente en Turdera, Provincia de Buenos Aires.


¿De dónde y cómo el gusto por el dibujo? ¿ Cuándo y dónde comenzó a publicar?
No sé, recuerdo que siempre desde chico dibujé historietas. Empecé a publicar en revistas de humor uruguayas a principios de los ’70.


Diógenes y el Linyera, con homenaje a Clemente

¿Cómo surgió el clásico que es hoy Diógenes y el Linyera, en 1977?
Guinzburg y Abrevaya me ofrecieron cuando eran redactores de Satiricón , dibujarles el guión de una tira que iba a ser presentada en el Diario Clarín.  



¿Cómo era la forma de trabajo en la tira con Jorge Ginzburg y Carlos Abrevaya? ¿Cómo los recuerda?
Me enviaban los guiones telefónicamente y luego por fax. No había casi contacto personal, no compartíamos un lugar físico de trabajo.



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A la tira la continuó en los guiones con Héctor García Blanco. ¿ La forma de trabajo y la trama de la tira continuó en la misma línea que anteriormente?
Con Héctor García Blanco fue distinto porque el trabaja en Clarín y nos juntábamos a almorzar y charlar sobre la tira. La tira cambió mucho, me quedo con la original.



Gran parte de su obra, que tuvo amplia repercusión, la desarrolló en la editorial La Urraca (Humor, Súperhumor, Humi, Fierro, El Péndulo, Sex Humor, etc), que hoy podría ser caracterizada como un espacio muy creativo, innovador  y de enorme calidad ¿Cómo era trabajar allí? ¿Cómo hacían frente a la censura en los tiempos de la Dictadura?
Fue en la mejor editorial que trabajé, había total libertad para crear y expresar lo que uno quería. Con la censura fuimos aprendiendo con el paso del tiempo como eludirla. Como algunos deportes se aprenden jugando, y como siempre el rival era el mismo, ya conocíamos como entrarle.




¿Cómo surgió la serie, muy original en su propuesta, que fue Vida Interior, con guión de Meiji? Que las historias transcurran dentro del cuerpo humano ¿servía para hablar de temas relacionados con la realidad, además del hecho  humorístico en si?
Fue la continuación de  “La Lombriz Solitaria”, historia que se publicaba en media página, y tuvo poca vida. Pero nos dimos cuenta que el interior del cuerpo daba para más y ahí nació Vida Interior. En un principio, yo hacía los guiones, pero cuando se me agotaron lo pocos conocimientos de medicina, decidí abandonar la historieta. Pero Humor quería que la historieta continuara, entonces llamé a Meiji, pediatra y guionista.


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Otra excelente serie, también con Meiji, fue Protección al menor, en la que abordaban temas relacionados con la familia y los chicos, temas “fuertes” poco frecuentados en la historieta. ¿qué recuerdo tiene de esta serie?
La mejor, Meiji es un excelente guionista y observador de la realidad.


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Se aprecia que disfruta cuando dibuja personajes del “pueblo”, ambientes marginales o en que la trama se relacione con temas costumbristas analizados en clave humorística. Se diría que en su dibujo refleja muy bien al rioplatense. ¿coincide con la apreciación?
Yo me crié en un barrio de un pueblo chico. La vida era el fútbol en la calle y el boliche de billar y barajas.



La serie El cacique Paja Brava, que publicó en varias revistas ¿sería una relectura en clave de humor y sexual del género del gauchesco?
No le busques mensajes socioculturales profundos, con Fabregat lo  hacíamos porque nos daba placer y nos divertía mucho.



Bicherío, que se publicaba en la revista infantil Humi ¿cómo fue pensada en su concepción? Bicherio me lo ofreció Laura Linares, que era de la parte creativa de la revista. Me gustó la idea y la desarrollé también como si fuera vivida en un pueblo. Eso lo usaba siempre porque me sentía cómodo.


En los 90, con guiones de Parissi desarrolló series como Max Calzone e Historias Futboleras. A ambas se las percibe más de “historias” en el sentido clásico, antes que de humor, aunque lo contenían.  ¿es así? ¿cómo fue el cambio respecto de otros trabajos previos?
Bueno, es lindo cambiar y probarse uno mismo a ver si puede. Yo elijo lo que me gusta dibujar. Con Parissi somos compatriotas y amigos. No le podía fallar cuando me hizo la oferta y creo que salió bien.



Otro trabajo muy original, que desarrolló con CristinaThomson, es Relatos Inmortales, basados en cuentos y leyendas europeas. Se diría que es otro trabajo donde se lo nota muy a gusto dando rienda suelta a la imaginación. ¿Cuánto tiempo les llevó hacerlo, dónde su publicó y qué repercusión tuvo?
Uf, eso sí que me costó, sobre todo la información de paisaje y vestuario. No tengo idea del tiempo que me llevó porque no había urgencia, se hizo a ver que pasaba y la verdad que la repercusión que tuvo a nivel popular fue poca. Se publicó por editorial Santillana.


Página de Relatos Inmortales, con guión de Cristina Thomson

Pertenece a una generación en que los humoristas gráficos también eran historietistas, y grandes dibujantes, con estilos muy personales, como Grondona White, Fontanarrosa, Caloi, Fortín, Ceo, Limura, Crist, Parissi, etc. Se percibe que entre ustedes existía gran camaradería ¿es asi? ¿cómo recuerda esos tiempos?
Fue una época de excelentes dibujantes y también años donde había medios gráficos donde podías mostrar lo que hacías.  Eso ya desapareció y las editoriales donde nos veíamos seguido también. La relación era muy buena, casi una familia.


Tras tantos años de trabajo, con una rica y extensa obra publicada en los principales medios gráficos del Argentina y Uruguay, y de gran repercusión ¿ qué balance puede hacer?
Que hice en la vida lo que me gusto hacer. Que soy feliz dibujando historietas y que puedo vivir de eso. ¿Qué más puedo querer?