jueves, 29 de julio de 2010

Libros de LA DUENDES, presentación JUAN MOREIRA, convocatoria autores


Hasta el sábado 31 de julio tenés tiempo de conseguir los libros de La Duendes que ves en la imagen. Acercate a la Feria del LIbro Infantil y Juvenil (Avda Figueroa Alcorta y Peyrredón, ciudad de Buenos Buenos Aires) y buscalos en el stand de Districomix.
Las novedades: Alter Ego, de Taro (90 pags), Juan Moreira, de José Massaroli (116 pags)
Las reimpresiones de: Los Hermanos, de Ricardo Ferrari y Diego Aballay (120 pags), Compilado Blog Historieta Patagónica (156 pags), Rigor Mortis, de Chelo Candia (70 pags)
Y atentos que para el resto del año se vienen cinco títulos nuevos!!

Presentación del libro Juan Moreira, de José Massaroli
Folletín, novela, circo criollo, teatro, cine, radioteatro y ahora...La Historieta

El libro, que trae la novela gráfica completa escrita y dibujada por José Massaroli, y editada por La Duendes, será presentado al público en la sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional, el día martes 3 de agosto a las 19 horas, con entrada libre y gratuita.
Habrá una charla a cargo del autor, acompañado por el periodista especializado Andrés Valenzuela (
Cuadritos, periodismo de historieta), el periodista e historiador Hernán Brienza y un cuarto invitado a confirmar.
Luego de la misma se firmarán ejemplares.
Juan Moreira, legendario personaje gauchesco inmortalizado por Eduardo Gutiérrez en el folletín que apareció originalmente en el diario La Patria Argentina en 1874, fue llevado a la historieta por el dibujante argentino José Massaroli para el diario La Voz en 1983-84.
Difundida en internet durante 2009 por el grupo editor La Duendes en su blog
Historieta Patagónica, en vista del interés suscitado en los numerosos visitantes de dicho blog, se decidió imprimir y publicar el libro en 2010.
La obra, con un total de 116 páginas, incluye una presentación escrita por el escritor y dibujante Alejandro Aguado, líder de La Duendes, y un prólogo del periodista Ariel Avilez, creador del sitio web
Blancas Murallas, con el diseño gráfico a cargo de Keki.

Material de referencia:
Nota en el blog del autor:
El día que mataron a Juan Moreira
Historieta completa en el blog: Historieta Patagónica

Direcciones de contacto:
José Massaroli
jmassaroli@yahoo.com
http://jose-massaroli.blogspot.com
La Duendeshttp://laduendes.blogspot.com/
Biblioteca Nacional
Agûero 2502Buenos Aires(+05411) 4808-6000http://bn.gov.ar


CONVOCATORIA HISTORIETA PATAGONICA

lunes, 26 de julio de 2010

Entrevista: Horacio Lalia (segunda parte)

En la actualidad, el dibujante Horacio Lalia, con una amplísima trayectoria en el país y en el extranjero, es uno de los principales referentes de la historieta argentina. El reconocimiento masivo por parte de los lectores lo obtuvo a través de Nekrodamus, su personaje más famoso. Lo inició a mitad de los 70 con Oesterheld –luego continuado por diversos guionistas- y hoy es un clásico de los clásicos de la historieta creada en el país. Pero también el personaje y los climas que crea con su dibujo, motivó que Lalia fuera mayormente identificado como un autor especializado en el género del “terror”, cuando en realidad, a lo largo de su carrera ha trabajado en una amplia gama de géneros temáticos –como bien aclara el autor en la entrevista-.
Fue ayudante y alumno de autores como Eugenio Zoppi y Alberto Breccia. Como dato anecdótico, Lalia fue quien prestó su rostro para que Breccia lo personificara como Mort Cinder. Serie esta, de Oesterheld y Alberto Breccia, considera uno de los hitos de la historieta mundial.
Las principales editoriales y revistas de historietas del país, han contado con la colaboración de Lalia: Hora Cero, Columba y Record, por sólo citar algunas.



Horacio Lalia

Colegas en Record
En Record tuve la suerte de conocer a José Luis Salinas, a Alberto Salinas, Arias, Zanotto. Era todos autores de una gran trayectoria. Ahí yo era uno de los más jóvenes, por lo menos en los primeros años de los 70. En realidad no era que nos veíamos tanto, era el hecho de poder ver los trabajos de ellos y estar trabajando en ese staff. En general nos encontrábamos a la hora de entregar o cobrar, teníamos un lugar de encuentro que después fue desapareciendo porque desaparecieron las editoriales. Era conocer a uno, a otro, seguir la amistad con uno, con otro, con los cuales te hacés conocido pero no amigo. Amigo me hice, por ejemplo, de Ray Collins, que ya trabajaba adentro. Empezamos a hablar, a conocer el trabajo, después a juntarnos y con otros muchachos. Y con otros maestros que ya nos conocíamos, nos tratábamos allí (en la editorial)

Los alumnos de Alberto Breccia
Si tomamos a la Escuela Panamericana de Arte, donde pasó él, que después siguió en IDA hasta el 78 aproximadamente, de sus alumnos podríamos hablar de Cacho Mandrafina y de los anteriores, Durañona, José Muñoz, Balbi, Sosa, Enio, Lito Fernández. Esa es la camada anterior a la nuestra. Aunque tenemos una edad más o menos similar, yo arranqué un poco después. Ellos ya estaban afirmados a fines de los 50, principios de los 60. Ya en los 70 los agarró en Columba con una trayectoria un poco más fuerte. Yo vendría a estar más cerca de los 70. Cuando tengo la suerte de arrancar bien en Record, ellos ya venían con la trayectoria de por lo menos diez años. Tenían esa ventaja y a partir del 73 tuve que empezar a emparejar esa ventaja.


Krantz, con guión de Morhain, en Skorpio 76.

Autor del género de terror
Yo empecé con historias de guerra, de cowboys, menos de amor hice un poco de todo.
Me acuerdo en Súperhumor, que hizo historietas medio deportivas, cotidianas
Claro, más funny. También hice cosas con terror pero en broma, para la revista Feriado Nacional. Era de dos páginas y estaban todos los personajes característicos, pero todo en broma. Martín García y Sanyú hacían los guiones.
Pasa que después cuando comienzo en Record, empiezo con dos historias de terror que son de Robin Wood. En el 82 hago otra de ciencia ficción, que duró unos treinta capítulos. La había empezado Ortiz, el español, y como no podía seguirla me la ofrecieron a mí. Anduvo bien.
Por los climas, es como que lo encasillaron en el terror
Claro, porque en definitiva, no hice tantas de terror. Después, con las adaptaciones, me volqué al terror, adaptando clásicos y no tan clásicos de la literatura. Ese material, en alguna medida, salió en Italia. Se lo vendí a los italianos, después a los franceses. Empecé en Italia, siguió en Francia, después en Portugal, en Holanda y en Alemania. Anduvo bien la cosa.
Y después, llevo como seis o siete años trabajando para Estados Unidos. Después hay otro editor, con el que también estamos haciendo desde hace un año una serie de cowboys, pero histórica. Es la creación del pueblo, o la ciudad de El Paso, la división entre Estados Unidos y México. En realidad, al que nombraron sheriff del pueblo, era un pistolero famoso. Pero no es una historia de cowboys común, no es de pistoleros.



Página de Nekrodamus publicada en Skorpio.

Enseñando historieta
Uno, también a través de los talleres, va indicando los viejos maestros, porque en definitiva Argentina lo que tiene es una escuela de dibujo. Gracias a Díos estoy dentro de esa escuela, formado por autores que la empezaron. Los que tenemos talleres, abordamos a esos maestros y tratamos de transmitirlo. Hay chicos que están haciendo los talleres, que están formándose con conceptos que les dimos y las nuevas formas, propias de ellos. De 120 chicos que han pasado, en los 17 años que llevo de taller, están trabajando unos quince chicos, de los cuales diez lo están haciendo de forma internacional. Es un porcentaje de un diez por ciento, que para un taller es una cifra muy importante. Sucede que siempre pasan muchos chicos con condiciones, pero se van quedando en el camino. No todos llegan. Además el mercado tampoco permite. Llegar es difícil y publicar también.
Por ejemplo, para hacer una carrera universitaria, como llegó a la Universidad de Palermo, que es de tres años. Había una cátedra, que arrancó en el 2002, con Capristo en dibujos y Ferrari en guión. Comenzaron con ellos porque los que la iniciaron no sabían de historieta y los primeros seis meses fueron un fracaso. Entonces los pusieron a ellos y empezó a funcionar bien. Al año, Capristo me llamó y en el 2003 presenté el currículo y comenzamos a trabajar. Estuvimos dos años, hasta el 2005. Pero no era una carrera de historieta, era una extensión de diseño gráfico. Se les daba un certificado y después de los dos años, cuando los alumnos ya tenían que dar el salto, les daban el certificado y se tenían que ir. No podían hacer Story boards, no podían hacer historietas, estaban a mitad de camino. Empezamos a pelear para que hicieran una carrera, por lo menos de tres años. En el 2005 habilitaron la carrera de diseño de historieta, de tres años. Y allí me ocupo de los chicos que entraban, del primer año y Capristo de los de segundo año. Después había un tercer año. Por lo menos se instauró la carrera. Yo me fui en el 2008, no estaba de acuerdo con los manejos de la Universidad, porque para ellos todo era plata. A nosotros nos dejaban trabajar, respetaban todo, pero cobraban una fortuna. Había gente que venía de otros países, chicos que disponían de plata por sus familias. Venían de escuelas de arte. En vez de ir a Estados Unidos venían a la Argentina porque les resultaba más económico. Pero a historieta asistían muchos que se la pagaban ellos, y abonar en ese momento 650 pesos por mes… Y nosotros no cobrábamos una fortuna. Pero el tema no pasaba por ahí. Veías que se compraban un edificio… y los chicos… me quedé un año más por ellos. También surgió que viajé a Estados Unidos. Después me llamaron para ver si retomaba, asi que les dije que tenía otros proyectos..
Justo ese año empezaron a salir cinco chicos. Habían entrado 17 y al tercer año terminaron cuatro. Hay dos que ya están trabajando, bastante bien.
Ya hace dos años que me fui, a fines de 2008.
Después no hay otra escuela, salvo la de Garaycochea, o La Ola, que comenzó hace poco tiempo y no se cómo andará. La mayoría de lo que se dictan son todos talleres como el mío, realizados por profesionales. Los talleres van formando chicos, que después empiezan con sus fanzines.


Lord Jim, con guión de Carlos Albiac, en Skorpio 39, 1977 .

Recepción de la obra
La recepción, en parte, se da por los lugares donde me invitan. Para agosto estoy invitado a ir a Chile, a Santiago de Chile. En septiembre a Perú, que estuve el año pasado, pero ahora quieren que de un taller de una semana. Después sigue el festival Dibujantes en Rosario y Crash, Bang Bum, el festival que organiza Risso (Rosario, fines de octubre).
A veces recibo algunos mails de lectores. Inclusive algunos que sorprenden, como uno que llegó de Alemania, que me pedía algún dibujito. También de chicos de acá, que les gustan los trabajos, o por las adaptaciones, o Nekrodamus.
Con la recepción estoy muy contento, siempre fue muy bien. Es muy bien acogido el trabajo. El reconocimiento se va dando a través de notas que se van publicando, por invitaciones que van surgiendo.

Lalia lector
El tema es el siguiente. Yo leo más literatura por las adaptaciones que realizo, porque me gusta. Historieta estoy viendo por necesidad, para saber qué se está haciendo. No soy tan lector de historietas, lo fui más de chico. Ahora, cuando uno lee historietas, lo hace de una forma más como profesional, para conocer lo que se hace, para ver el movimiento, para ver hacia dónde van. Siempre dije que la historieta no va a desaparecer, pero va a mutar, va a ir cambiando. Se aprecia la gente que va apareciendo, pero no estoy tanto con la lectura de historietas.



Página de Red Ice, realizada para Estados Unidos.

Ayudantes
Taborda fue ayudante mío, del 88 al 90. Carlos Gómez también me ayudó a mí, el que está haciendo Dago. Es cordobés. Vino a casa, me gustó lo que hacía y estuvo conmigo siete y ocho meses. Primero se fue al sur, luego a Córdoba y volvió a Buenos Aires, donde fue ayudante de Lito Fernández. Ese fue el segundo. También conté con un chiquito, que ahora está trabajando en una imprenta. Tenía todas las condiciones, pero le faltaba empuje y aunque trataba de ayudarlo... El último fue Taborda. Cuando vino conmigo trabajaba los fondos. Estuvo un año y algo conmigo.

Ser profesional
Ser profesional a veces suena a mala palabra. Ocasionalmente, algunos chicos me preguntaban: “¿qué es ser profesional. Que le pagan a uno?” No, ser profesional no pasa solamente por el hecho de que a vos te paguen. Si te pagan es lógico, si sos profesional no vas a trabajar gratis. Pero no pasa por ahí la cosa. Cuando vos salís del taller, hiciste los tres años que te corresponden, con el cuarto, por ejemplo en mi taller, no sos un profesional. Sos alguien que ha hecho todo el curso y tiene que empezar a profesionalizarse. Eso quiere decir, hacerse responsable de todo el material que emite de sus manos. Vos armas una muestra para presentar a un editor y por ahí estás un mes trabajando tres páginas. Entonces, cuando lo mostrás dicen “que bueno”. Si te dan 12 páginas o 22 páginas, para hacerlas en un mes, o un mes y medio, y te pasás quince días haciendo las primeras cinco y las restantes las tenés que hacer en los otros quince días, el editor va a decir: “Lo que me mostraste no tienen nada que ver con lo que estás haciendo”.

El profesionalismo pasa por la calidad que vas poniendo, la responsabilidad para las entregas. Porque una vez te van a perdonar, pero no a la segunda vez que entregás mal, por más que seas muy bueno. Y si lo seguís haciendo mal, que ha pasado con profesionales, no te dan más trabajo. Por ello, ser profesional pasa por sentarse todos los días a trabajar. Que la calidad del trabajo sea impecable. Hay que poner lo mejor que se pueda para presentar un buen trabajo, del principio hasta el fin. Realizar una entrega como corresponde, cumplir en tiempo y forma.
Hay que estar, es un trabajo como cualquiera, pero hay que hacerlo bien. Yo les digo a los muchachos: “el mejor mejor capital que tienen es su trabajo, entonces háganlo lo mejor posible y mejorándolo”.


Tapa del libro más reciente de Nekrodamus, editado por Thalos.

La profesión
Uno ama o le gusta lo que hace, entonces uno se sienta al tablero todos los días y tiene ganas de trabajar. Eso es lo que siempre le digo a los jóvenes: “nosotros somos privilegiados en hacer lo que nos gusta y poder vivir de lo que nos gusta”. Entonces, si a esta altura de mi vida me siento con ganas ante un tablero, es porque quiero lo que hago. Quererlo es poner siempre la carne sobre el asador, de ir sumando, de tratar de no repetirse. De no hacer como si se hicieran chorizos, porque con eso se sufre. Quererlo provoca que uno comience los días con ganas y no estar diciendo “uh tengo que empezar”, como le sucede a algunos colegas, e inclusive colegas más jóvenes que están ganando mucho dinero en Estados Unidos, pero que ya comienzan a decir que no pueden hacer nada. Porque cuando quieren sumar algo, les dicen “no, no, está bien así”. Entonces llega un momento que te dicen, “estoy podrido, tengo ganas de hacer algo mejor y no me dejan. Yo quiero dibujar otra cosa”. Para compensar trabajan para Francia. En Estados Unidos están difíciles, porque cuando algo tiene éxito, no los dejan moverse de ese tema. Es embromado.
Con ese panorama, los autores tienen 42 – 43 años y están cansados. Ganan mucha plata pero en cuatro o cinco años pueden largan el lápiz y no quieren saber más nada. Hay gente que está ganando y ha ganado dinero, pero llega un momento que el dibujo es “está bien, pongo a dos o tres a trabajar y después agarro la computadora…”
(sigue)


Tapa del libro Lovecraft y página del mismo.

Eso no es amor por lo que hacés y yo entiendo que no se puede obligar a dibujar, está la pasión de por medio. Si te va bien en un momento dado, te anquilosas y trabajás como si tuvieras un sello en la mano porque encontraste una buena veta, llega un momento que surge la necesidad de hacer algo personal, lo que tenés ganas. Sino en determinado momento te va a degollar, no tenés más ganas de agarrar el lápiz. Hay que buscar el modo de estar siempre en la parte creativa.
El panorama ha cambiado mucho, ya no están las editoriales de antes, ahora no te van a venir a golpear la puerta con tanta facilidad. Lo pueden llegar a hacer con alguno, como es mi caso, que tengo mucha carrera, que fui sembrado, entonces te llaman. Hay que buscar el trabajo. Hay que salir, encontrar nuevas formas, para no quedar en el ostracismo. Tratar de tener proyectos, creo que eso es lo que te mantiene en actividad.



El personaje Nekrodamus, tapa de Skorpio.

Para el exterior y proyectos actuales
En el 2009 viajé a Estados Unidos porque surgió una oportunidad laboral. Estuve un mes y medio trabajando allá. Los editores me hicieron viajar, fue su idea. Después me querían trabajando sólo para ellos. Les dije que no, que mis contratos son de otra forma, pero si me hacían uno de exclusividad, arreglábamos. Contestaron que lo iban a pensar y si podían, la exclusividad iba a concretarse en el 2010. Si me iba para allá tenía que llevar a la familia, asi que el negocio era poder traerme algo importante. Entonces acordé que trabajaba desde acá.
Ahora estoy abocado a varios proyectos. Para el mercado norteamericano llevo casi siete años trabajando para Scott Brown, que es un pequeño editor y guionista. Ya hicimos tres álbumes con él, y voy a comenzar el cuarto.
Primero era una historia del Oeste, era el robo a un tren, que después del robo se separan. Un personaje viene a ser como un caza recompensas, que los sigue y los toma a uno por uno. Por supuesto que al caza recompensas nunca se le ve la cara. Los atrapa y va recuperando la plata. Cuando llega al jefe, lo arrincona, se lo lleva al desierto y lo mata. Entonces se descubre que es la muerte. Ese es el toque terrorífico que tiene la historia. Y estuvo la idea de hacerse una película. Eso lo hice hace cinco años y desde hace dos que estamos con el tema y tal vez se concrete la película.
Después hice otro un poco más actual, llamado No te mueras, ambientado en una pequeña ciudad del interior de Estados Unidos, en la actualidad. Es en un bosque con una maldición de 150 años, que abarcaba todo un pueblo y una chica y su hermanita. Esa salió como web comics
También hay un tercer álbum que se llamó Red Ice, de ficción. Está ambientado en Marte, en el futuro, habitado por colonias terrestres que estaban desde hace doscientos años. Una colonia había desaparecido y apareció una segunda colonia. En la trama hay alguien que es el dueño de todo, un general que tiene todo el poder y pelean contra los marcianos, que viven debajo de la superficie. Serán setenta páginas que las terminé en diciembre del año pasado.
Entre medio de eso estoy haciendo unitarios y ya comienzo uno que es aventuras. Es todo para Estados Unidos.
Con Zappietro estoy haciendo Maura, que es un detective en Buenos Aires, ambientado después de la Segunda Guerra Mundial. Es de padre apache. Viene escapado de Estados Unidos a Buenos Aires, porque hay una pelea contra la mafia norteamericana. Queríamos hacer una adaptación de serie negra, pero como hay autores que viven y otros que han muerto hace poco tiempo, hasta después de 70 años no se pueden hacer adaptaciones. Por ello ideamos algo que tuviera todos los condimentos de la serie negra, como el personaje que pelea contra la mafia. Hay un comisario que está en contra de él, pero que en general lo apoya porque tiene códigos, y la mafia lo respeta porque no anda con cosas “chiquitas”. Ya llevamos cinco episodios, para doce.
Con Gustavo Schimpp, estamos haciendo, Viejas historias de vampiros, adaptaciones sobre cuentos de 1880, más o menos. Ya hicimos cinco de esos cuentos. (sigue)



Páginas de Red Ice, realizadas para Estados Unidos.

Con Ricardo Ferrari estamos haciendo y ya se comenzó a publicar, una historia de aventura y fantasía. Empezamos por La Guerra de los Mundos, Robur el Conquistador y pronto posiblemente tenga que salir De la Tierra a la luna. Ahora estoy haciendo la historia del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Pero no aparece Jekyll, es la historia de Mr. Hyde. A Jekyll lo matan y después viene el cerebro a la actualidad. Todavía quedan El Fantasma de la ópera, El hombre invisible, El retrato de Dorian Grey, El mundo perdido, El faro del fin del mundo, y andamos con la discusión de uno, que puede ser Viaje al centro de la tierra u otro.
La última, es un viejo proyecto que se llama Krantz, que ya la habíamos hecho con Morhain en Record en el año 82. Se publicaron tres capítulos. Los tanos estaban enloquecidos, pero cuando leyeron que estaban los Rosacruces en la historia, no quisieron saber nada. Scutti armó un tercer número que se los metió a presión. No lo querían, pero al final lo compraron y no se si lo publicaron. Ahora la retomamos. Arrancamos porque (Ferrari) me venía insistiendo desde el año 82. Fue un personaje que en ese momento, cuando salieron los dos primeros capítulos, anduvo bien, la gente los recuerda mucho. Por ahí me decía que podíamos seguirlo y le dije que lo hagamos, el ante año pasado. Rehicimos los dos primero capítulos, él retocó el guión, yo los volví a dibujar. Los nuevos son el primero y el cuarto capítulo.
Nekrodamus se estuvo por editar en España. Glenat (la editorial) me propuso editar un libro. Pero querían hacer el álbum que sacó Record, pero de ese no tengo los derechos. Escutti, que era el editor de Record, falleció y ellos tenían todos los derechos. Yo tendría que pedírselos y no quiero hacer ningún negocio con ellos. De España quieren hacer el primer álbum porque está Oesterheld y después el segundo con Slavich. Al primero lo querían fotocopiar, pero no, porque los derechos no son míos. Después fue allá un chico que es peruano, que me conoce, y le explicó a un muchacho argentino que está en Glenat, asi que dijeron tratarían de aprovechar otros proyectos míos.



Tapa del libro Robur y página del mismo, con guión de Ricardo Ferrari.

Panorama actual
Lo veo un poco mejor que en los 90. En los 90 fue, después de ese vaivén de cinco años para arriba y cinco años para abajo, cuando cayó no levantó en el 95. Recién en el 2000 empezó a levantar un poquito. Ahora estamos en una pequeña crecida con pequeños editores que quieren hacer algo. Pero no nos engañemos, no vamos a volver a la época del 85, no como en la edad de oro de los 50, pero al menos volver a los 80, no creo. Pero por lo menos la historieta va a ir sumando, pero no va a ir desapareciendo. Aparecieron valores nuevos, gente nueva, porque hay mucho talento. Son más los que dibujan que los que escriben, para los que hay menos posibilidades porque no hay escuelas de guionistas. Hay talleres para gente que dibuja, y están saliendo chicos del interior. Yo le veo un futuro bastante interesante. No digo muy floreciente, pero por lo menos bueno. Pero tampoco en el exterior está muy floreciente, tanto los europeos como los norteamericanos tienen sus problemas. Los nuevos van entrando por cuenta gotas. Hay etapas mejores que otras.
Creo que todavía estamos en una subida. Ahora se ha amesetado un poquito. Algunos han ido cerrando, teniendo muchos problemas, pero muchos se mantienen editando. Los que editan tratan de no inundar el mercado, porque han publicado más de lo aconsejable. La historieta se ha hecho para un grupo más reducido. Los chicos están empezando a ver menos manga y menos superhéroes, porque consumen más historieta argentina, desde el 2000 en adelante.

jueves, 22 de julio de 2010

Entrevista: Horacio Lalia (primera parte)

En la actualidad, el dibujante Horacio Lalia, con una amplísima trayectoria en el país y en el extranjero, es uno de los principales referentes de la historieta argentina. El reconocimiento masivo por parte de los lectores lo obtuvo a través de Nekrodamus, su personaje más famoso. Lo inició a mitad de los 70 con Oesterheld –luego continuado por diversos guionistas- y hoy es un clásico de los clásicos de la historieta creada en el país. Pero también el personaje y los climas que crea con su dibujo, motivó que Lalia fuera mayormente identificado como un autor especializado en el género del “terror”, cuando en realidad, a lo largo de su carrera ha trabajado en una amplia gama de géneros temáticos –como bien aclara el autor en la entrevista-.
Fue ayudante y alumno de autores como Eugenio Zoppi y Alberto Breccia. Como dato anecdótico, Lalia fue quien prestó su rostro para que Breccia lo personificara como Mort Cinder. Serie esta, de Oesterheld y Breccia, considera uno de los hitos de la historieta mundial.
Las principales editoriales y revistas de historietas del país, han contado con la colaboración de Lalia: Hora Cero, Columba, Record y la vieja Fierro, por sólo citar algunas.

Por A. Aguado


Horacio Lalia

Los comienzos
Yo comienzo en esto un poco por casualidad, aunque no creo en las casualidades. Como tenía facilidad para el dibujo, mis padres me pusieron en un instituto que esté ligado a la parte artística. Mi padre fue y me anotó con toda la voluntad. Aunque fue una cosa que de dibujo tenía poco, me gustó el hecho de modelar en arcilla. Hice los tres años básicos. Después cuando quise entrar a la escuela Superior de Bellas Artes, tenía que hacerlo en la Belgrano, no me sirvieron las equivalencias. A pesar de que era un nacional, tenía que empezar todo de nuevo.



Página de episodio de Nekrodamus, con guión de Walter Slavich, Skorpio 181, 1991.

Ayudante de Zoppi
En el ínterin, yo tenía 16, iba a cumplir 17, casualmente en el barrio, un chico que sabía que yo dibujaba, me dijo: “hay una clienta que viene al comercio de mi papá y el marido es dibujante de historietas y hace un personaje de historietas ¿Te interesa que le hable?” – “Si, dale”. El personaje era Misterix, que después fue una revista. Era un personaje que venía de Italia y después se comenzó acá por editorial Abril. Era Eugenio Zoppi el que lo hacía, vivía en mi barrio y me enteré por este chico. Le preguntó a la señora, ella le dice al marido y le dijo que lo fuera a ver. Fui, le comenté que era del barrio, me preguntó si me gustaba dibujar, le llevé algunas cosas y me dio tres tiras de Misterix para que le haga el lápiz. Las dibujé y a los dos o tres días se las llevé. Me dijo: “Ah, está bien. ¿Te animás a pasarlas a tinta?” Yo tenía un conocimiento relativo, porque había ido a la escuela nacional de cerámica y dibujaba por afición. Había copiado algunas cosas, mirado algunas técnicas. Las pasé a tinta, le gustaron y me dijo que las deje. A la semana me hizo llamar por medio de mi amigo. Cuando voy, me dice: “tengo mi ayudante (que era Rubén Sosa, que salió del taller de Alberto Breccia, con la camada de Durañona, Muñoz) se va ¿le interesa venir a trabajar acá?” Bueno, así empecé. Inclusive me daba dibujos, tenía los personajes marcados, después me hizo pasar unos fondos a tinta.



Página de El Huérfano, publicado en Nippur Magnum 114, 1994.

Ayudante de Zoppi y Alberto Breccia
A los tres meses conozco a Alberto Breccia, que me presentó Zoppi porque eran concuñados, estaban casados con dos hermanas. Vivían cerca, yo vivía a seis cuadras de uno y a cuatro de otro. Inclusive a Breccia lo conocí más que Zoppi en algunas cosas, por Vito Nervio y otras cosas que había hecho. Pasaron dos meses y se le va el ayudante a Breccia. Entonces Zoppi me ofrece a Breccia: “ es un muchacho que está conmigo, es del barrio ¿te interesa que lo compartamos?” Y así fue. Trabajaba dos horas y algo con cada uno, arrancaba a los nueve de la mañana y a las onces me iba a lo de Breccia, y me quedaba hasta las dos de la tarde. Asi empiezo a trabajar.
Me meto en la Escuela Panamericana de Arte, donde Breccia era profesor. Estoy tres años trabajando con los dos, iba venía, hacía todo ese circuito. En el 60 termino en la Panamericana y sigo trabajando sólo con Breccia, porque Zoppi se había largado a hacer una revista. Hice dos años más en IDA, con Breccia, Pereyra, Borisoff, hasta el 62, casi el 63.



Página de unitario dibujado por Lalia, Skorpio Libro de Oro 1, 1975.

Mort Cinder, el personaje
Ahí es donde conozco en el 59 a Oesterheld, que ya habían hecho Sherlock Time, que yo no estaba ahí, pero estaban pergueñando Mort Cinder, y ahí lo conocí a Oesterheld.
Yo le posaba todo a Breccia, esto venía desde antes.
¿Mort Cinder también?
Todo, La Guerra de las Termópilas (episodio de Mort Cinder) hasta el último tipo. Salvo los muy chiquitos, después le posaba todo. Inclusive en alguna parte con iluminación. Cerrábamos todo, poníamos la iluminación. Después el agarraba y sobre la base del apunte hacía los personajes distintos. La cara de Mort Cinder sale así. El tenía la cara del viejo que era él, y la de Mort Cinder con la cara mía, pero con la cara de grande, yo tenía 20 años. Lo hizo de casi cuarenta. El tipo era un muerto, la comenzó a deformar, pero era la cara mía. Y trabajo hasta fines de 63 con él.


Viñetas del episodio La guerra de las Termópilas, de la serie Mort Cinder, dibujado por Alberto Breccia, con guiones de Oesterheld. Lalia, además de aportar su rostro para que se personifique a Mort Cinder, posó todos los personajes.

Unitario dibujado por Lalia, Skorpio 72, 1981.

Primeras publicaciones propias: Hora Cero, Inglaterra y Columba
En el 64 empiezo a publicar. Mis primero trabajos salen en Hora Cero, porque lo voy a ver a Oesterheld y le gustó lo que hacía. Me escribió el primer guión. Fueron en los dos últimos números de Hora Cero. También hicimos un proyecto con Oesterheld, para Zig Zag, de Chile. También hubo un proyecto de Sargento Kirk para la editorial Novaro de México, ilustré uno de los libros. En el 69 – 70, había estado en la casa de él, tenía una gran biblioteca, era un tipo muy preparado, muy culto, muy macanudo. Te hacía sentir muy cómodo, a pesar de que alguna manera uno era jóven. Fue una experiencia muy linda. Después le perdí el rastro.
Empecé a hacer algunas cosas por medio de Breccia, que trabajaba con los ingleses, donde hizo algunos episodios de Sargento Trenaly, que lo había hecho De la Fuente (autor español) durante muchos años. Después me metí en Columba, donde hice unitarias y algunas adaptaciones de películas. Estaba por empezar a hacer un personaje que no se hizo, que era un detective.
La década del 50 en la historieta fue fantástica, pero en el 60 era una subida de cinco años y una bajada similar y me empezó a tocar la bajada de los últimos cinco años. Empezó a aflojar un poco la cosa y me meto en el diario La Razón, en el suplemento Ciencia Viva, que después se llamó Ayer Hoy y Mañana. Ahí estuve como ilustrador. Me quedo del 67 al 70. Después no lo hicieron más, nos indemnizaron a todos. Entre tanto había hecho algunas cosas para Columba, para Billiken, para Mac Perro (suplemento de Billiken).



Página de la serie Papi Fútbol, dibujada por Lalia, Súperhumor 21, 1982.

Entre el negocio de las comidas y las historietas para Italia y Record
Después dejé de hacer historietas durante casi un año y medio. Tenía un negocio familiar, un negocio de comidas que andaba muy bien, era despensa, fiambrería. Entonces me pregunté: “¿qué hago yo acá? Después de tanto tiempo trabajando”. Entonces empecé a mandar cosas afuera y no pasaba nada. En el 72, fui a ver a una persona que había sido director de arte de Billiken y me dijo: “hay una persona a las que tus cosas le pueden gustar, que está haciendo cosas para Italia”. Y me manda a Scutti, a Record. Lo que pasa que cuando Record arranca, mandaba todo a Italia. Empezó como agencia y trabajaba para los italianos, todo el material era para Italia. Le gustó. Las dos primeras unitarias que hago eran de Robin Wood.
En el 73, cuando la cosa ya funcionaba, el negocio lo atendía mi señora y la tía de mi señora y me abrí del negocio. Le dije a mi señora: “Mirá, esto es así, estoy trabajando bien y si el trabajo no funciona, nos vamos pero al trabajo no lo dejo más. Al negocio no vuelvo más, me dedico a la historieta. Y si nos tenemos que ir, nos vamos” Bueno, por suerte funcionó.



Página de Nekrodamus, Skorpio 73, 1981.

Nekrodamus
Seguí trabajando todo el 73, 74, y en el 75 tenía la necesidad de tener un personaje, porque estaba apareciendo en todos los números. Cosa que no era fácil porque Record ya tenía sus personajes. Tenía 32 años. Scutti se lo ofrece a Oesterheld, para que se lo haga. Aparece Nekrodamus, que dura hasta el mediados del 77, porque pasa lo que pasa con Oesterheld en el 76. Después se requiere la serie de Italia, porque andaba bien acá y allá, y a los guiones lo siguen Trillo, Saccomanno y De los Santos. Pero a principios del 78 se corta, porque habíamos hecho algunos guiones que quedaban de Oesterheld.
En el 79 y 80, con Albiac hacemos Lord Jim. Al final volví a retomar Nekrodamus con guiones de Ray Collins. Lo hicimos hasta el 82, hicimos 16 capítulos y ahí si, se corta definitivamente. En la primera etapa desaparece Gor y en este hay que desenterrarlo, para que siga trabajando en la segunda etapa y no termine siendo un gentil hombre como fue en la primera. La segunda etapa comienza un poco más oscuro, con cosas que las conversábamos más, porque en principio era recibir los guiones. (sigue)



Una de las tapas en que Nekrodamus la ilustraba.

Con Oesterheld no hablaba mucho, salvo una conversación que tuve en el 76, donde le estaba buscando una novia para Gor porque era muy feo, pobre. Estaba escribiendo a máquina, y esa fue la última charla, que fue en marzo u abril del 76. Con Collins a los guiones los charlábamos más, qué era lo que me gustaba hacer. Era mi primer personaje en Record y el que me identificó más con la gente. Pude empezar a asomar un poquitito a partir del personaje que, gracias a Dios, fue el que me ayudó a meterme en ese mundo.
Hoy es un clásico de la historieta nacional
Bueno, por suerte es lo que comentan. Es un personaje que ha quedado como un clásico, lo que para mí es un gusto. Por suerte es un personaje que anduvo muy bien acá y en Italia. Inclusive siempre estamos dando vuelta con Gustavo Schimpp, como para ver si le podemos dar un regreso un poco más negro. La idea es que sería más para el mercado norteamericano. Hace tres o cuatro años estamos hablando de eso e inclusive modifiqué un poco los personajes, no mucho, pero es una visión más jorobada de los personajes, no tanto Gor, sino más Nekro. Estamos atando cabos de cuál sería la historia para volver a armar eso, por intermedio del medallón que tenían ellos.
Continúa la próxima semana

martes, 20 de julio de 2010

Fallecimiento del dibujante A. Martinez (Chiche Medrano), festivales, premio a Nahualli



CLAN NAHUALLI GANA PREMIO MEJOR HISTORIETA CALICOMIX 2010

Clan Nahualli obtuvo el primer premio a la mejor historieta, en el XVI SALON INTERNACIONAL DE HISTORIETAS Y CARICATURAS DE CALI - CALICOMIX 2010 por "Don Basman (trabajo que tuvimos el gusto de publicar en Historieta Patagónica) y las muestras de "En Otro Cuento ( a publicarse próxiamente en el Etnica: Antologia de historietas latinoamericanas vol. 1) y Libertad en el Amazonas (proyecto con REPUBLICA COMIC-Colombia"
Más información


I Salón del cómic de Lima, Perú

Para más información, entrar a La Nuez, o bien escribir a: libreriacontracultura@hotmail.com, lanuez123@hotmail.com



La muerte del dibujante Martinez (Chiche Medrano)
Según informa “Cuadritos, periodismo de historieta”, falleció el dibujante A. Martinez (Chiche Medrano). Martinez fue uno de los maestros de la historieta nacional y mayormente desarrolló su carrera en el país en las editoriales Columba (El Tony, D`Artagnan y Fantasía) y Record (Skorpio, Tit bits, Pif Paf, Gunga Din). En el exterior publicó en Inglaterra, Alemania y España. Sus trabajos se caracterizaban por un dibujo realista, entintado con notables contrastes entre negros y blancos. Las historietas que dibujaba, en general se basaban en temas bélicos o de ciencia ficción. Entre las historietas del género bélico, co-dibujó la precursora dedicada a Malvinas, que guionara Ricardo Barreiro a principios de los años 80 para la vieja revista Fierro.
Lamentablemente, durante los últimos tiempos casi no quedaron publicaciones en el país, en el que dibujantes como Martinez pudieran canalizar sus trabajos. Un tipo de historieta que hoy se realiza en el país, casi exclusivamente para ser publicada en el exterior.
Un poco para que los que gustan de ese tipo de historieta y otro para que las nuevas generaciones conozcan el trabajo del maestro que se fue, los dejamos con tres páginas de muestra de sus trabajos y una historieta completa de 10 páginas, con guión de Emilio Balcarce, publicada en Skorpio 103, de 1984.



Página publicada en Skorpio Libro de Oro 1


Página publicada en la vieja Fierro, dedicada a la Guerra de Malvinas, con guión de Ricardo Barreiro.


Página publicada en Skorpio 81, 1982.


Historieta de 10 pags, publicada en Skorpio 103, 1984. El guión es de Emilio Balcarce.

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jueves, 15 de julio de 2010

OSKI, presentación Alter Ego y otros

Presentación del libro ALTER EGO, de Taro. Trelew.





Desconectarse de Internet

El sitio español Cultura Impopular presenta un post sobre el autor norteamericano James Sturn, con un planteo-experimento existencial bastante original por parte del mismo: desconectarse de Internet durante cuatro meses. Presenta extractos de la experiencia del autor, con apreciaciones muy interesantes, no tanto sobre las horas que nos consume ni la adicción que nos crea, sino sobre la posibilidad de crear más y más tranquilo al estar desconectado.
Un post que vale la pena leer.


Muestra de dibujos e historietas + la fábrica de fanzines

Muestra de dibujos e historietas + la fábrica de fanzines
Viernes 16 de julio 18 hs., hasta el 30 de julio. Abierto los viernes de 18 a 20 hs. LDF- Peru 711 1° Dto. 3. San Telmo Buenos Aires Argentina


OSKI
(1914-1979)
Por Germán Cáceres


“Un monje enloquecido que hace
arabescos sobre los textos sagrados”

Umberto Eco


Oski

Se llamaba Oscar Conti y nació y murió en Buenos Aires. Pero entre 1943 y 1944 vivió en el Cuzco, Perú, estudiando arqueología y folklore en la universidad. Y, en 1948, 1951, 1958 y 1965 viajó a Europa, especialmente a Italia y Francia.
Estudió pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes y diseño escenográfico en la Academia Superior de Buenos Aires (en 1947 realizó la escenografía de La mujerzuela respetuosa, de Jean-Paul Sartre, en Santiago de Chile, y en 1953, la de Androcles y el león, de George Bernard Shaw, en Buenos Aires). Entre sus maestros figuró Emilio Centurión.

Colaboró en Cascabel, Rico Tipo, Vea y Lea, El Hogar, Doctor Merengue, La Hipotenusa, Satiricón, Mengano, Humor, Media Suela, Billiken, Clarín, Ja, Ja (México), Últimas Noticias (Chile) y otros medios del país y del exterior (con guión de Carlos Sampayo dibujó una historieta infantil para Italia y en Barcelona ilustró El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde).

Antes de debutar en 1942 como dibujante en la revista Cascabel con Camouflage (que rinde tributo al gran gráfico rumano Saul Steinberg, que influyó en toda su producción, como también el pintor de vanguardia alemán George Grosz), realizó láminas para maestros en la librería Moine y Lasserre y después cambió de trabajo para confeccionar etiquetas de celofán. También fue letrista del diario Crítica.


Otro de los puntos destacados de su trayectoria es su colaboración durante más de veinte años con el humorista Carlos Warnes, que firmaba con el heterónimo de César Bruto, un periodista que escribía sobre los más diversos temas con faltas de ortografía porque era casi analfabeto. También formaron una dupla en Rico Tipo para la sección Versos & Notisias (sic), Gran Diario de todos los miércoles, y realizaron los Cuadernos de medicina, un encargo de una empresa farmacéutica, que dio lugar a El Medicinal Brutoski, que refiere antiguas y ridículas recetas. Más tarde Oski publica Comentarios a las Tablas médicas de Salerno. En Ars Amandi, un consejo médico “Sobre el momento apropiado” explica: “Así también hace mal quien lo cumple a la mañana, antes de comer, porque una consecuencia necesaria del coito es la debilidad y, por lo tanto, no es oportuno ir al trabajo inmediatamente después…”



Tuvo a su cargo una sola tira, Amarrotto, que, de acuerdo a Gociol-Rosemberg, “es un extraño personaje con forma de zanahoria humanizada”. Luciendo una síntesis gráfica extrema, en el último cuadrito una ocurrencia del personaje denotaba su extrema y delirante avaricia. En esos tiempos de la revista Rico Tipo (que nació en 1944) era común que los chistes gráficos se basaran en un defecto del protagonista (Doctor Merengue, Fúlmine, Pochita Morfoni, Fallutelli, Ventajita, Don Tacañino), pero aunque hoy resultan ingenuos, paradójicamente cautivan por esa diáfana candidez.



Más que a la historieta Oski se dedicó al cartoon, es decir al humor de cuadro único, y su propuesta posee un tinte lunático y absurdo. Por ejemplo: un señor intenta regar un jardín con una víbora que confunde con una manguera; a un actor le disgusta su público y entonces le tira tomates; un diablo pide en la boletería de un teatro una entrada para el Paraíso; un gato y un perro mantienen buenas relaciones y comentan que sus dueños se llevan como perro y gato; un equipo de cirugía entra al quirófano provisto de una guadaña; fantasmas adultos nos les cuentan a los fantasmas chicos cuentos de personas para que no se asusten; un tipo que fue mandado al diablo por su novia arriba al mismo infierno; un chico busca inútilmente en un diccionario las malas palabras (representadas por onomatopeyas) que pronuncia su padre; el Coliseo romano se ha convertido en un lugar peligroso porque está lleno de cristianos hambrientos. Según Carlos W. Albertoni, “…en cada sonrisa, tras las tintas, dormía inevitable la sombra del juglar”.


Primera viñeta: Vera historia de Indias.

En El ñopeque quésloqués de los chochamus, Oski ilustra varios términos del lunfardo. Como señala en el prólogo Juan Bautista Devoto, nuestro artista “expone una extensa galería del lenguaje porteño y se la da chanta, con el tejo de la buena, a este universo alienado que nos rodea”. Su dibujo hecho de pocos trazos privilegia la línea, que parece retorcerse y temblar buscando la expresión. Los personajes ostentan una enorme nariz, y la boca —cuando aparece— se la representa por un trazo; exhiben, además, piernas delgadísimas y ojos saltones, características que se manifiestan en toda su obra. Las habitaciones se ven desprolijas, sucias, destartaladas y en completo desorden, y en este registro hay una estética compositiva, un viaje por una pesadilla que no termina de asumirse como tal. Las definiciones de los textos, si bien se refieren a términos lunfardos, son precisas, mientras que los personajes de sus grotescas ilustraciones se acercan a la monstruosidad. Como en el resto de sus trabajos, Oski adhiere al feísmo, al extrañamiento, a la óptica surreal. En esta suerte de contrapunto complementario reside la epifanía de su arte: al ilustrar la palabra “troesma” (maestro) se ve a un ladrón que intenta abrir una caja fuerte, y define a “jotraba” como “Esfuerzo humano generalmente dedicado a la producción de riqueza”, en tanto un delincuente golpea a su víctima.


Vera historia de Indias y Martín Fierro.

En El humor más negro que hay, aparece un nota del diario Noticias (Buenos Aires, marzo de 1974) titulada “El crease o no del sudor (ajeno)”, en el que se revelan tres injusticias: el inmigrante polaco a quien, en la Argentina, después de quererlo estafar, lo amenazaron con meterlo preso; el dato de que el programa “Alimentos para la paz”, de Estado Unidos, entre 1966 y 1971 facilitó la compra de armamentos; y que en 1846, la mayor parte de la recaudación impositiva del Perú era aportada por los indios. Estos informes están acompañados por tres viñetas de mínimos trazos y sin fondos.
En Vera historia de Indias, los notas son serias, pues corresponden a descripciones de cronistas de la época de la conquista de América. Pero un cuadro humorístico que representa a los pescadores del Río de la Plata produce desconcierto. El panorama es abigarrado y todos los personajes, hasta los más lejanos y pequeños, reflejan un universo tan autónomo e independiente como insólito (por ejemplo, hay gente que pesca parada sobre un caballo que nada en el río; una carreta está parcialmente hundida en el agua mientras un hombre asoma ojos y nariz por entre los rayos de una rueda). Como en todas sus viñetas, abundan los detalles exóticos: soles infantiles, árboles, pajaritos, perros, flores, piedras, ornatos con filigranas.



En Maestroski, las “Predicciones Oski para cada signo del Zodíaco” se desarrollan en una serie de doce cuadritos que deslumbran por su inventiva. En uno de ellos se recomienda mirar el otro lado de las cosas y un hombre desnudo y con sombrero se observa el ano a través de un espejo. En “Los grandes inventos”, Oski comprueba su formación académica en pintura y escenografía, pues sus cuadros recuerdan la técnica de los grabados incluidos en libros de los siglos XIX y principios del XX. En ellos exhibe un gran trabajo con la línea y con el uso de las curvas en forma de espirales, especialmente para registrar las olas. Y describe con suma gravedad inventos descabellados como “el porta-fusil acuático”; “el monta-cataratas”; “el velocípedo submarino”, aludiendo así a un mundo absurdo cercano a los ensueños y fantasías de la niñez. “Precursores de la aviación” prosigue con la misma tónica (hay un intento de nadar en el aire).
En Vera historia del deporte, la galería de boxeadores es desopilante, y las descabelladas peleas en el ring parecen extraídas de un filme de los Hermanos Marx. Los cuadritos de esgrima son de una estilización tan irracional que bordean la exquisitez. Esta exhuberancia se repite en un amplio abanico que abarca el fútbol, la gimnasia, la natación, el atletismo, el remo, el billar, el automovilismo, el rugby, la lucha, el ajedrez, el karate, la equitación, la aviación, el tenis, el ciclismo y el bastón.



Oski también incursionó en el cine. El negoción (1959), de Simón Feldman, sobre una idea de Lucía Gabriel, lo cuenta como guionista junto a Juan José Barrenechea y el realizador. El argumento es sumamente original: los barrenderos del pueblo de Villa Caballete se benefician por la colocación de bolsitas en la cola de los caballos para que allí se deposite su bosta, ya que de esta forma no deben limpiar las calles. Luego, los barrenderos son despedidos al no ser necesarios, y se comercializa el estiércol a través de una trama de corrupción. Una lámina de Oski fue la base para que Fernando Birri filmara su célebre cortometraje La primera fundación de Buenos Aires (1959): en ella Oski plasmaba múltiples acciones, como si se tratara de una viñeta-página.
El genial grafismo de Oski ocupa un lugar solitario en la historia del arte, porque es único y privado, propio de un ser iluminado y poblado por los sueños. Como sus personajes, se sentía perplejo ante el mundo insano que contemplaba, y decía: “Ahí está el problema de la soledad, la angustia del que está solo”.
Germán Cáceres

"Curso libre de divulgación sexual", publicado en Satiricón 9

Bibliografía

Albertoni, Carlos W., Santas historietas, Catálogos, Buenos Aires, 2004.
Alonso, Rodolfo (selección), El humor más negro que hay, Rodolfo Alonso Editor, Buenos Aires, 1975.
Friera, Silvina, “Oski, un retrato del sinsentido de la vida”, en
http://pagina12.com.ar.
Gociol, Judith, y Rosemberg, Diego, La historieta argentina/Una historia, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2000.
Janín, Miguel y otros, Páginas con humor/Antología, Aiqué, Buenos Aires, 1994.
Kloster, Alberto Dionisio, “Oski, ilustrador del Fausto criollo”, en
http://www.tebeosfera.com.
Oski, Ars Amandi, Editorial Lumen, Barcelona, 1976.
Oski, Comentarios a las Tablas médicas de Salerno, Editorial Colihue, Buenos Aires, 1999.
Oski, El libro de la sabiduría de Oski, Editorial Puntusur, Buenos Aires, 1986.
Oski, Maestroski, Hyspamérica Ediciones de Argentina S.A., Buenos Aires, 1989.
Oski, Oski en su tinta, Editorial Planeta, Barcelona, 1974.
Oski, Vera historia del deporte, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Santiago de Chile, 1973.
Oski, Vera historia de Indias, Editorial Colihue, Buenos Aires, 1996.
Reggiani, Federico, “Oski”, en
http://www.tebeosfera.com.
Sasturain, Juan, “Último reportaje a Oski”, En Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, Historia de la historieta argentina, Ediciones Record, Buenos Aires, 1980.
http://es.wikipedia.org: “César Bruto”.
http://www.cinenacional.com: “Oski”.
http://www.oni.escuelas.edu.ar: Oski (Oscar Conti).
http://www.museodeldibujo.com: Biografía/Oscar Conti (Oski).
http://www.siicsalud.com: “Amor y medicina, por el lápiz de Oski”.
http://www.todo-argentino.net: “Oski / (1914-1979).