martes, 20 de abril de 2010

Rayo Bill, un olvidado éxito de los años 50, Joao Mottini y semanario Don Quijote

Tiempo atrás, en una entrevista que se realizó en este blog al dibujante Héctor Reinna, se daba cuenta de una historieta nacida en Rosario, de un radioteatro muy exitoso en la década del 50, el de mayor duración de la radiofonía argentina: Rayo Bill, creado por Juan Carlos Paleo en los textos, con dibujos de Reinna en la versión en historieta.
Hoy se da a conocer cómo nació el personaje de historieta, radioteatro y teatro, todo contado por el propio Reinna.
También agrega una anécdota del dibujante Joao Mottini, quien fuera uno de los grandes maestros de la historieta de la década del 40 y 50, durante la llamada Edad de Oro de la historieta argentina.
Vale recordar que Reinna fue ayudante de Motinni en la antigua revista de historietas y humor “Patoruzito” y uno de los dibujantes del reconocido personaje “Don Nicola”, entre otras historietas.


Tapa del número 1 de la revista Rayo Bill

Rayo Bill, el nacimiento de un exitoso personaje de los años 50
Por Héctor Reinna

El personaje primero se llamó Jim Holld, y el artista que le daba voz era Enzo Vifna, un gran artista argentino, en ese momento muy joven.
El contrato con el patrocinador fue de tres meses. Al cabo de un corto período hubo un nuevo cliente, que firmaba “Ruscoa Alimento”. Firmó un contrato para que saliera al aire nuevamente. No ya con Enzo Vifna, que se había ido a vivir a Buenos Aires.
Se anunció en los diarios un sábado antes que volviera la serie. Paleo debió ir a Buenos Aires, a Radio Splendid, a afinar todo para la reapertura, que sería el próximo lunes. Cuenta que era un día horrible,, de lluvia, viento. Mientras viajaba pensaba que le parecía que el nombre Jim Holl no era todo impactante para una audiencia de chicos y adultos. ¿Y si le cambio el nombre? ¿Y si le pongo Jim Bill?, pensaba. De pronto cayó un tremendo rayo y se le prendió la lamparita ¡Ya está! ¡Ya está el nombre! Desde ahora se llama Rayo Bill.


Recuerdos de Rayo Bill, de puño y letra de Héctor Reinna

Fue un despelote. Llegó a Buenos Aires, se lo comunicó a los patrocinadores, y a todos les pareció súper bien. ¿Y los avisos que salían el sábado anunciando a Jim Holld? Menudo lío. Hubo que cambiar los avisos, los anuncios, los afiches y así nació Rayo Bill. Esta vez con la voz Carlos Copes.
Me cuenta que en las oficinas de Ruscoa, en la gerencia, había una foto grande de Rayo Bill, con una inscripción: “Le debemos todo”.



Cuando se inauguró el episodio en el teatro, Juan Carlos Paleo llegó tarde, cuando iniciaban la función. Le dieron un palco que debió compartir con un grandote, que llegó unos minutos después que él. Estuvieron a los codazos para poder ver. Paleo se enojó y discutieron:
-“¡Usted es un grandote maleducado!”
- “¿Qué soy un maleducado? Entonces usted es un hombrecito (en referencia a la estatura de Paleo) Y además sepa que yo soy Baracco, el que patrocina y paga todo”
Paleo se quedó helado.
- “Señor, yo soy Juan Carlos Paleo, el creador”
Se abrazaron y durante seis años Baracco fue su mejor y único cliente.

Al poco tiempo de ese episodio de combino crear la revista de historietas.



Recordando a Joao Mottini, por Héctor Reinna
Era el 57 o 59. Mi padre tenía una parrilla frente al puerto de Rosario. Entre los barcos que cargaban trigo estaba el “Monte Urdala”, un barco español de carga con algunos pasajeros. En el barrio trabajaba de enfermero “El Lolo”, un personaje maravilloso, inolvidable, el único en el mundo que se emborrachaba fumando. Un día, en su penúltimo viaje, mamá lo invitó a almorzar ravioles. Nos traía una botella de wisky Grand de regalo, pero un marinero se empecinó en no dejarlo pasar aduciendo que era contrabando ¿Qué no la puedo bajar conmigo? ¡No señor!, le respondieron. Rápido, de cuatro o cinco golpes, se bajó la botella. ¿Y ahora puedo bajar el wisky conmigo? Le dijo al marinero.




Páginas de Cruz Calaveras, personaje dibujado por Joao Mottini, en la que Reinna trabajaba como ayudante. Revista Patoruzito.

Dije que era la única persona que conocí que se ponía borracho fumando. Claro y simple. Tenía en el camarote una lata grande de dulce de batata llena de tabaco para pipa. A cada rato le echaba un chorro de cognac.
En ese viaje, su penúltimo y yo trabajando como dibujante en Buenos Aires, conocía la debilidades de Joao. Le pedí al Lolo que trajera un encargue de Europa. A eso de 90 días volvió el Monte Urdala y volvió el Lolo. Con mucho trabajo y paciencia pude, una tarde de calor, arrastrarlo a Joao al puerto de Buenos Aires. Llegamos en colectivo y después de mucho insistir en la dársena pude conseguir que le avisaran a Lolo que allí estaba yo esperándolo. Basta decir que Joao protestaba y me recriminaba, molesto, sin entender.
El Lolo venía bajando la escalinata con paquete bajo el brazo. Rápido se dio cuenta que lo que traía no era para mí. Lo miró muy serio a Mottini y le dijo: esto es para usted, disfrútelo.
¡Era una pistola legítima alemana, las que usaban las tropas de asalto de la última Guerra Mundial!
Bueno, fue indescriptible. La primera vez que le vi perder ese aplomo de autosuficiencia. Tartamudeaba, nervioso. ¡Ese regalo a él, loco por las armas! El Lolo nos miró a los dos y con su sonrisa de gitano nos dijo: - No me deben, a veces cuando estoy en Argentina leo sus historietas.



Semanario Don Quijote
Diario y Revistas, un gran blog de Juan Izquierdo Brown, donde rescata al semanario Don Quijote, una de las revistas pioneras en presentar grandes dibujos a fines del siglo XIX. Un blog para disfrutar y regocijarse con los grandes maestros del pasado. Tres ejemplos del blog:



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